Fui creado para ser como Cristo

Día 22

El tercer propósito de nuestras vidas es ser cómo Cristo. Desde el principio Dios nos creó a su imagen y semejanza. Nos creó con el mismo potencial que Cristo. Todos poseemos una parte de la imagen de Dios, y dice el autor que por eso es malo el asesinato o el aborto porque de alguna manera estamos nosotros destruyendo esa parte de Dios. Cómo hijos de Dios, debemos parecernos a nuestro Padre celestial.

La meta final de Dios para mi vida sobre la tierra no es la comodidad, sino desarrollo de mi carácter. Ser semejante a Cristo significa transformar mi carácter y no mi personalidad. A veces los cristianos interpretamos que la vida abundante significa que tendremos una vida lleno de todas las comodidades y facilidades pero no es así. La vida en la tierra fue hecha para ser difícil, es lo que nos permite crecer. Debemos recordar que la tierra no es el cielo, pero a veces esperamos el cielo aquí en la tierra.

La función del Espíritu Santo es producir el carácter de Cristo en mí. Este proceso de transformarnos para ser más como Jesús se llama santificación, y es el tercer propósito de nuestra vida sobre la tierra. No podemos reproducir el carácter de Jesús dependiendo en nuestras propias fuerzas, solo el Espíritu Santo tiene el poder de hacer esa transformación. Este cambio sucede de adentro hacia afuera, sucede cuando Cristo mora dentro de nosotros y actúa a través de nosotros. Nosotros debemos de cooperar con el trabajo del Espíritu Santo. Debemos ser obedientes a la palabra de Dios. Debemos de esforzarnos.

Dios usa su Palabra, las personas y las circunstancias para moldearnos. Su Palabra nos proporciona con la verdad que necesitamos para crecer, el pueblo de Dios proporciona el apoyo que necesitamos para crecer y las circunstancias proporcionan el ambiente para practicar la semejanza de Cristo. No podemos crecer aislándonos de todas las personas, porque Dios utiliza esas personas para crecer. Y si lo que queremos es ser cada vez más como Cristo entonces necesitamos rodearnos de personas, y no alejarlos.

Para concentrarnos en llegar a ser más como Jesús, debemos tomar decisiones opuestas a la cultura imperante. De lo contrario, influencias como la de nuestros compañeros, padres, colaboradores, y la cultura misma, intentarán amoldarnos a su imagen.

Pregunta para considerar: ¿En qué área de mi vida necesito pedir el poder del Espíritu para ser como Cristo hoy?

Mi opinión: Dominio propio para poder hacer las cosas que pesan hacer.

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