Nadie puede ser yo

Día 31

En este capítulo el autor continúa con los siguientes 3 letras del acróstico FORMA. El acróstico nos ayudará a entender y recordar 5 puntos que nos ayudará a darnos cuenta como nos formó Dios para cumplir su propósito. Los tres puntos que expone este capítulo son: recursos, mi personalidad, antecedentes.

Recursos para usar. Cuando se dice recursos, el autor se refiere a todos los talentos con los cuales hemos nacido. Talentos como la habilidad de cocinar, tocar música, matemáticas, deportes, etc. Todos tenemos talentos y capacidades diferentes, los cuales no hacen únicos. Dios es quien nos dota con estos talentos cuando nacemos. Todos estos talentos se pueden usar para la gloria de Dios. Hasta el talento de poner ganar mucho dinero puede ser usado para la gloria de Dios. Lo que soy capaz de hacer es lo que Dios quiere que yo haga. Todo lo que hago bien lo debo poner de servicio de Dios.

Mi personalidad cuenta. Cada uno de nosotros somos diferentes desde que fuimos creados. De la misma forma nuestra personalidad es única. Dios quiere que aceptemos nuestra personalidad y lo usemos para su honra y gloria. No debemos buscar imitar a otras personas sin más bien buscar ser verdaderamente uno mismo. Tu ministerio debe ser congruente con tu personalidad.

Antecedentes. Nuestro pasado nos ha formando en la persona que somos hoy. Debemos de darnos cuenta que Dios ha permitido que todas esas cosas nos pasen para moldearnos en la persona que él quiere. Debemos de examinar 6 tipos de experiencias en nuestra vida: Familiares, educacionales, vocacionales, espirituales, ministerio y dolorosas. Las experiencias más dolorosas en nuestra vida serán las que más nos preparará para nuestro ministerio. Estas experiencias no equipan para ayudar a otras personas que están pasando por la misma situación. Ser capaz de compartir estas experiencias será de mucha ayuda a otras personas y hasta hará de tu ministerio más auténtico y sincero.

Pregunta para considerar: Lo que dios me da, habilidades o experiencias personales, ¿puedo ofrecerlas a mi iglesia?

Mi opinión: Por supuesto que sí. Seguramente hay muchos jóvenes que están pasando por lo que yo pasé durante mi juventud.

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