Fe contado por justicia

Romanos 4: 6-25

Estos versículos hablan de nuestro padre de la fe, Abraham. No enseña de que Abraham fue justificado por medio de la fe y no por medio de las obras. Una demostración de esto es la circuncisión. Abraham fue justificado por medio de la fe y posteriormente fue dada la circuncisión como un sello o señal de la justicia por medio de la fe. Por lo tanto Abraham no solamente es padre de la fe a los de la circuncisión, sino también es padre de la fe para los que no son de la circuncisión, osea a los gentiles, o los que aun no creen en Dios. Abraham es un ejemplo de cómo un puede llegar a alcanzar a Dios sin la necesidad de las obras de la ley, solamente con fe puro y genuino.

Nos enseña que la justificación no es por la ley, porque la ley produce ira en nosotros. Nos produce ira porque revela el pecado en nuestra vida. Nos hace dar cuenta que estamos mal y no convierte en pecados. Si no existiera la ley, no romperíamos esas leyes, y por lo tanto no cometeríamos pecado y por lo tanto no había pecadores. Así que le ley es la que revela el pecado. Por lo tanto es por gracia y por fe. Dios es un Dios de fe, puesto que él llama las cosas que no son, como si fuesen, así debemos ser nosotros a través de la fe en Dios. Debemos de tener esperanza contra esperanza, así como Abraham que siendo de 100 años y con una esposa estéril, creyó que iba a tener descendencia, y así no dio lugar a su incredulidad sino que se fortaleció en la fe, y Dios lo contó como justicia, y ahora es padre de todos los que tiene fe en Dios.

Aplicación: Nosotros también podemos tener fe y que nos sea contado como justicia. Dice en estos versículos que debemos de creer en Dios que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestros pecados y resucitado por nuestra justificación. Si creemos en estos, aunque sea contra todo, no será contado como justicia.

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