¿Deuda o gracia?

Romanos 4:1-5

La palabra de Dios es tan hermosa! Me encanta leerla porque es uno puede aprender cosas tan asombrosas e importantes. A veces enseña las cosas con tanta gracia y te hace reír. O a veces lo que leemos nos puede hacer llorar. En este caso esos versículos me hicieron reír al entender la explicación acerca de la ley y la gracias, entre las obras y la fe.

En este capítulo habla acerca de la fe y la justificación por medio de la fe. Habla mucho acerca de Abraham, conocido como el padre de la fe. Entonces la palabra de Dios nos enseña que Abraham fue justificado no por las obras que él hacía sino por la fe en Dios. Y lo explica con esta idea:

"Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda;".

En otras palabras, la persona que obra, espera recibir un pago por su trabajo. Esta persona puede exigir y demandar un pago por su labor. El jefe está en deuda con el obrero hasta que le paga su salario. Pero con Dios no es así, porque no es por obras. Dios nunca es deudor de nosotros. La salvación no se consigue con exigencias.

"mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia."

Pero las personas que creen en Dios y recibe sin merecerlo, es gracia. Y la salvación es por gracia por medio de la fe (Efesios 2:8 y 9). Entonces nosotros debemos tener fe en Dios y esperar en él, no debemos de demandar de él porque no nos debe nada, al contrario, nosotros debemos de demandar santidad de nosotros pues que Dios ha sido grandemente misericordioso con nosotros y lleno de gracia, que nosotros estamos en deuda con él, toda nuestra vida lo debemos a él.

Aplicación: No debemos exigir nada a Dios puesto que él no nos debe nada, al contrario nosotros le debemos todo a Dios y por eso es justo que Dios nos pueda exigir cosas. Debemos esperar y tener fe en Dios, y no obrar para exigir salvación. No es por obras sino para obras de justicia.

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