Restaura el compañerismo

Día 20

En este capítulo, el autor habla de la restauración de relaciones en conflicto o rotas, como parte de vivir una familia. La biblia dice que Dios quiere que su familia sea conocido por el amor que nos tenemos los unos con los otros, por lo tanto la restauración de relaciones es algo que debemos de practicar. La biblia dice que la capacidad de llevarnos bien entre nosotros es señal de madurez espiritual. Dios da una bienaventuranza a los que son pacificadores, dice que ellos serán llamados hijos de Dios. Es pacificador no es evitar los conflictos sino más bien enfrentarlos en resolver el problema poniendo la relación como prioridad. El autor propone siete pasos para restaurar el compañerismo.

  • Hablar con Dios antes que con la persona. En cualquier aspecto de nuestras vidas debemos de buscar a Dios en oración. Antes de buscar actuar, debemos de orar y buscar la voluntad de Dios para actuar. Debemos de preocuparnos lo suficiente de la relación y orar por las personas y la situación.
  • Toma la iniciativa siempre. No importa quién es el ofendido o el ofensor, Dios siempre quiere que demos el primer paso. Debemos de ser pronto para tomar el primer paso porque la demorar solo aumenta el resentimiento y complica las cosas. Actuar prontamente también reduce el daño espiritual que pueden sufrir. En casos de conflicto, el tiempo no cura las heridas, las inflama.
  • Sé comprensivo. Usa tus oídos más que tu boca. Antes de intentar resolver un desacuerdo, escucha atentamente los sentimientos de la otra persona. No debemos discutir con la persona acerca de sus sentimientos, aunque quizá no son 100% en lo cierto, pero si son auténticos.
  • Confiesa tu parte en el conflicto. Si nos interesa restaurar la relación, debes comenzar a admitir tus propios errores y pecados. Debemos pedirle a Dios que nos muestra nuestra parte de la culpa en el conflicto. Al humillarnos al reconocer nuestros errores, el enojo de la otra persona se apaga ya que esperan a que estés a la defensiva. No debemos buscar culpables sino asumir nuestra responsabilidad.
  • Ataca al problema y no a la persona. No es posible arreglar el problema si lo que te interés es encontrar quien tuvo la culpa. La manera que dices las cosas es tan importante como lo que se dice. Debemos evitar la desaprobación, el menosprecio, las comparaciones, las etiquetas, los insultos, la condescendencia y el sarcasmo.
  • Coopera tanto como puedas. La biblia dice en Romanos 12:18 “Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres.” La paz siempre tiene un precio. Puede costarte tu orgullo o egoísmo. Por amor al compañerismo, haz lo mejor que puedas para llegar a la paz.
  • Haz hincapié en la reconciliación, no en la solución. No es realista esperar que todos nos pongamos de acuerdo en todo. La reconciliación se enfoca en la relación mientras que la resolución se concentra en el problema. Cuando nos concentramos en la reconciliación, el problema se pasa a segundo plano de importancia y hasta puede tornarse irrelevante.

Pregunta para considerar: ¿Qué debe hoy hacer para restaurar una relación rota?

Mi opinión: Creo que pedirle a Dios que nos muestra la relación es que están dañadas y que me ayude a aplicar estos 7 pasos para la reconciliación.

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