El justo juicio de Dios

Solo Dios es justo. Ninguna persona puede decir que es completamente justo, solamente Dios tiene ese privilegio. El principio de este capítulo, comienza enseñándonos que al juzgar a otra persona, no juzgamos a nosotros mismo. Si nosotros somos muy estricto con las palabras que usan los demás personas, entonces nosotros mismo debemos de tener mucho cuidado con lo que decimos para no caer en lo que hacen los demás. Mientras más estrictos nos volvemos con los demás, nos tenemos que cuidar nosotros mismo aun más puesto que debemos de cumplir con nuestros propios criterios. Así que no debemos de ser prontos para juzgar a los demás porque es espada de dos filos.

Al contrario, debemos de dejar ese lugar a Dios, para que sea juez. No debemos de tratar de tomar su lugar y menospreciarlo de esta manera, más bien debemos de recordar que el es bueno y paciente con nosotros. Su benignidad es la que nos lleva a arrepentirnos del pecado. Pero a veces nuestros corazones duros no hacen caso a la benignidad de Dios y lo ignora, pero esto solamente atesora ira para el día de juicio, cuando todo será examinado bajo la luz de la verdad. Debemos tener muy en presente que nuestras acciones aquí en la tierra, aunque mortales y finitas, tienen consecuencias eternas, después de la muerte. Si nosotros perseveramos en lo que creemos ser bueno, entonces Dios dará vida eterna, pero a aquella persona que no obedece a la verdad sino que obedece a la injusticia, ira, enojo, tribulación y angustia.

Pero como hemos dicho antes, Dios es justo, y por lo tanto su juicio es justo. Dice en el versículo 12 : “Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;”. Las personas que nunca conocieron la buena voluntad de Dios, ni tuvieron la opción de escuchar de su palabra, morirán y no se tienen que preocupar por la ley, pero los que murieron bajo lo ley serán juzgado por la ley. Dice: “porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados”. En otras palabras si alguien que nunca conoció la palabra de Dios, pero hace las cosas buenas según su conciencia y juicio, haciendo y cumpliendo la voluntad de Dios, entonces eso es lo que le agrada a Dios, pero algún cristiano que conoce de la buena voluntad de Dios, pero no lo cumplió, entonces eso es desagradable a Dios. Dios va juzgar según lo mejor que cada uno conoce y según su conciencia, porque nuevamente lo justos delante de Dios son los que hacen lo justo en su capacidad.

Aplicación: Dios ayúdame a no juzgar. Ayúdame a cumplir todas las cosas que se que son buenas, mayormente las cosas que son conforme tu voluntad.

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