Mostrando entradas con la etiqueta Disciplina. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Disciplina. Mostrar todas las entradas

Usa lo que Dios te ha dado

Día 32

En este capítulo es autor habla de cómo podemos poner en práctica la FORMA que Dios nos ha dado. Dios merece lo mejor de nosotros. Dios quiere que pongamos en práctica todo lo que Él nos dio para Su propósito. Quiere que nos enfoquemos y usemos los talentos que nos ha dado. El autor propone 3 puntos para llevar acabo esto.

Descubre tu FORMA. Recordando que FORMA significa formación espiritual, oportunidades de mi corazón (deseos, pasiones, interés), recursos (talentos), mi personalidad y antecedentes. Dice que debemos de evaluar nuestros dones y recursos. Para hacer esto necesitamos preguntarles a otras personas para que nos confirmen nuestros dones. También debemos de conocer nuestros dones a través de la práctica. Pongámonos a trabajar en diferentes áreas para ver en cual nos desarrollamos más. Luego debemos de considerar nuestras oportunidades y personalidad. Y por ultimo examinar nuestros antecedentes y extraer las lecciones que aprendimos.

Acepta y disfruta tu FORMA. Debemos de entender y creer que Dios nos creó de la manera que somos a propósito. Debemos gozarnos con lo que Dios no ha dado y ponerlo en práctica, solo así podemos ser completamente plenos. Si nosotros estamos haciendo lo que Dios quiere que hagamos, que importe todo lo demás. No debemos de compararnos con los ministerios de los demás ni tampoco debemos de conformarnos con los estándares de nuestra iglesia. No debemos de hacer caso a los demás, sino solamente a Dios.

Mantente desarrollando tu FORMA. La parábola de los talentos nos enseña que Dios da más a los que trabajen sus talentos y quita de los que no trabajan sus talentos. Debemos de esforzarnos de trabajar los talentos que tenemos y como resultado Dios nos dará más. La práctica hace al maestro. El ministerio que tenemos siempre puede crecer y madurar más, es cuestión de trabajarlo y ponerlo a práctica.

Pregunta para considerar: ¿Cómo puedo hacer mejor uso de lo que Dios me ha dado?

Mi opinión: La verdad es que debo de poner en práctica las cosas que creo que Dios me ha dado para ir comprobando. Creo que he estado esperando a que Dios me diga que hacer, pero tiene sentido que debo de ponerme a trabajar y Dios me irá enseñando donde me desarrollo más.

Doble animo

Santiago 1: 1-10

L a vida cristiana se basa mucho en la fe. Debemos creer en Cristo Jesús. Dios nos concede conocerlo y nosotros al conocerlo debemos creer en él, cómo dice Hebreos 11:6; “porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. Y hay veces que pasamos pruebas, pasamos momentos difíciles donde principalmente nuestra fe es probada. Nuestra fe es probada porque podemos reaccionar conforme la voluntad de Dios o podemos reaccionar de forma que no le agrada a Dios. Pero en estos versículos Dios nos anima a estar gozosos durante la prueba porque al final de la prueba tendremos más paciencia. Para qué más paciencia, pues para resistir más pruebas. También la fe es importante a la hora de orar y pedir sabiduría de Dios. A Dios le agrada un creyente sincero y no uno que duda de su existencia. Así que debemos acercarnos a Dios creyendo que verdaderamente existe, y entonces así Dios nos dará de su sabiduría.

El hombre que duda es llevado de un lado a otro. Lo llevan los vientos del mundo y de las influencias. No es constante, no es firme y por lo tanto su camino no es derecho. Yo creo que va muy de la mano con tener un doble ánimo. Que un día es ferviente para Dios y otro día desanimado, o llevado por algún corriente. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Debemos perseverar en Cristo. Cristo debe ser nuestro constante en toda la vida. Solo teniendo a Cristo como pivote de nuestra vida vamos a ser constante. El de doble ánimo empieza pero no termina, sueña pero no realiza, da un paso para adelante y luego para atrás, y al final se frustra porque aspira a cosas posibles pero él es su propio obstáculo.

Aplicación: Últimamente he sido de doble ánimo. No he sido constante en mi vida cristiana y sufro las consecuencias de ello. Veo al pasado y veo mis proyectos comenzados pero nunca terminados. Soy puros comienzos y ningún proyecto concluido. Debo de tener más fe en Cristo. Creer más en él de tal manera que se vuela el centro de mi vida de nuevo. No vivir de manera que dudo de su existencia, pero vivir de forma que demuestra de que existe. Debo ser cada vez más como Cristo, y cada vez menos como Daniel el de doble ánimo.

El deporte Cristiano

Hebreos 12

Al leer este capítulo, relacionaba mi vida cristiana con el deporte. Los buenos deportistas se dedican a entrenar y a ejercitarse tanto físico y mentalmente en su deporte. Normalmente son muy disciplinados puesto que llevan dietas estrictas, hacen ejercicio rutinariamente, se abstienen de cosas que no serían de provecho, y ¿todo para qué? Para se bueno en su deporte. Para alcanzar su meta. Para obtener el premio. Dice: “1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” Somos deportistas también, y nuestra disciplina es la doctrina de Cristo, y nuestra meta es ser como Cristo, y nuestro premio, la vida eterna con Dios.

Pero para alcanzar la meta, necesitamos de disciplina. La palabra de Dios dice “7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina?”. El que es buen deportista (cristiano) soporta la disciplina. Se esfuerza de manera constante para lograr el objetivo. Debemos ejercitarnos como dice Hebreos 5:4 “pero el alimento sólido es para los que han alcanzado madurez, para los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal.” Y practicarlo. Nada sirve tener la teoría y no la práctica. Pero a veces la disciplina es cansado pero también dice en el versículo 11 “Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.” Vale la pena porque vamos a estar saludables espiritualmente.


Aplicación: Que tan disciplinado doy yo en cuanto a mi vida cristiana? Me permito cosas que debería estarme absteniendo? Soy espiritualmente saludable, o soy un flojo y gordo espiritualmente? Debo de hacer una rutina de ejercicio, debo practicarlo diariamente o regularmente, y seguir las dietas e indicaciones. Vale la pena.