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Derrotando la tentación

Día 27

En este capítulo el autor habla de cómo podemos derrotar la tentación. En el capítulo anterior vimos que no es malo ser tentado, sino más bien es un oportunidad de madurar al escoger hacer lo bueno y no caer en pecado. La tentación es una elección, hacer lo bueno o lo malo, nunca es obligatorio caer, Dios no permite eso. Entonces a continuación el autor propone 4 puntos para derrotar la tentación.

Vuelva tu concentración en algo diferente. El autor dice que toda tentación comienza en nuestra mente cuando algo atrapa nuestra atención. Entonces a veces cuando estamos tentados, decimos: “Ya no voy a pensar en eso”. Pero mientras más queremos bloquear ese pensamiento o dejar de pensar en eso, más se graba en nuestras mentes. Entonces la solución a eso es pensar en otra cosa. No debemos de lugar contra el pensamiento, sino simplemente huir a otro pensamiento. Dice la biblia que debemos de vencer lo malo con lo bueno. En lugar de pensar en algo malo, empieza a pensar en algo bueno. Así dejaremos ese mal pensamiento.

Revela tu lucha a un amigo consagrado o a un grupo de apoyo. Debemos de superar nuestro orgullo y quitar nuestra máscara de perfección y compartir nuestra debilidad con otras personas Cristianas para que nos apoye y anime a no caer en pecado. Dios nos hizo en comunidad y no estamos hechos para llevar la carga nosotros solos. Hay alivio y libertad en la humildad que se necesita para compartir nuestras debilidades.

Debemos resistir a diablo. Así como Cristo resistió al diablo mientras estaba en el desierto, así también debemos resistir al diablo. Debemos portar la armadura que Dios dispone para nosotros como el casco de la salvación y la espada del Espíritu. Cada vez que el diablo tentaba a Jesús, Jesús se defendía con un espadazo, recitando la palabra de Dios. Así también nosotros debemos memorizar la palabra de Dios para ser ágiles soldados de Cristo.

Debemos percatarnos de nuestras vulnerabilidades. Debemos de darnos cuenta en qué situación somos tentados y huir de ellos. Dice la biblia que no debemos confiarnos en nuestra propia prudencia, ni tampoco en nuestro corazón ya que es engañoso. Debemos de confiar en la palabra de Dios y huir de lo que nos mueve el tapete.

Dios nos promete que nunca seremos obligados a pecar, sino que será una elección que nosotros podemos tomar. Dios siempre dispone de una salida para nosotros lo cual nos hará madurar si lo tomamos. Debemos de practicar más estos 4 puntos y comprobar su efectividad.

Pregunta para considerar: ¿A quién le puedo pedir que sea mi compañero espiritual, para que orando por mi me ayude a derrotar una tentación persistente?

Mi opinión: Gracias a Dios tengo a Luis con quien me he estado rindiendo cuentas.

Crecimiento a través de la tentación

Día 26

En este capítulo, el autor habla de cómo las tentación no ayudan para bien cuando elegimos lo bueno. Dice que la tentación es simplemente una elección, de hacer lo correcto o lo incorrecto. Y en cada tentación, cuando elegimos lo correcto, maduramos un poquito y nos volvemos un poquito más como Cristo. Nuestra madurez espiritual se produce con tiempo y no al instante, y las tentaciones nos ayudan a madurar.

El autor expone que cada tentación tiene el fin de hacernos madurar en lo opuesto de la tentación. Por ejemplo, si Dios quiere que maduremos en nuestra forma de amar a nuestro prójimo, entonces permite que seamos tentados por personas desagradables. De otra forma nunca vamos a aprender a amar verdaderamente. No puedes decir que eres bueno si nunca has sido tentado a ser malo. No puedes decir que eres fiel si nunca has tenido la oportunidad de ser infiel.

El autor expone que la tentación o Satanás con 4 pasos. Primero identifican un deseo dentro de nosotros. El deseo puede ser un deseo malo, o bueno y de buenas intenciones. La realidad es que el comienzo de la tentación surge desde adentro de nosotros y no afuera de nosotros. El segundo paso es la duda. Dudamos los que Dios no hay dicho con respecto al pecado. Dudamos si realmente es incorrecto o si aplica a nosotros. El tercer paso es el engaño. Creemos la mentira de que no pasará nada, de que nadie se dará cuenta o que no nos afectará. Y el cuarto paso es la desobediencia. El pecado es consumido. Se lleva a cabo la tentación y se convierte en pecado.

El autor da algunos consejos de cómo vencer la tentación. No debemos de sentirnos culpables de ser tentados. El ser tentado es algo natural de la vida humana. No debemos de ser avergonzados si somos tentados, ya que es normal, hasta Cristo fue tentado pero nunca pecó. Debemos de reconocer cuando somos más tentados y prepararnos. Debemos de identificar las situaciones en que somos más tentados y buscar evitarlos de temprana oportunidad. Pregúntate: ¿Cuándo me siento más tentado? ¿Qué día de la semana? ¿Qué hora del día? ¿Dónde me siento más tentado? ¿Quién está conmigo cuando soy más tentado? ¿Cómo me siento por lo general cuando soy más tentado? Y siempre que somos tentados debemos pedirle ayuda a Dios para elegir lo correcto en la tentación. No importa si es una oración pequeña y espontánea, debemos pedirle ayuda a Dios para salir victorioso.

Pregunta para considerar: ¿Qué cualidad del carácter de Cristo puedo desarrollar si derroto la tentación más común que enfrento?

Mi opinión: Yo creo que sería más constante y disciplinado. Creo que ese sería tentación y pecado más grande, de no ser constante en mis convicciones, decisiones y por consecuente, mis acciones.

Tentación

Santiago 1:12-18

La tentación es algo que todos sufrimos y padecemos. Es parte de nosotros como nuestro carne y cuerpo es parte de nosotros. Hasta que seamos librados de este cuerpo de muerte vamos a estar librados de Tentación y pecado. La Tentación no es algo muy ajeno a nosotros sino mas bien algo muy personalizado. Une tentacion no es general para todos sino mas bien hecho a la medida de cada uno. La tentacion nace de nuestros propios deseos y concupiscencias asi que es algo muy personal e individual.

Pero el ser tentado no es pecado. Lo que es pecado es que después de que nace la tentación, caigamos en el y cometemos el acto del cual somos tentados a hacer. La biblia dice que eso lleva a la muerte espiritual. Pero si esa tentación no produce pecado entonces no lleva a la muerte espiritual. Al contrario dice que bienaventurada la persona que cuando es tentado y no cae. No dice que no debemos ser tentados sino que debemos de resistir y no caer.

La biblia también aclara que la tentación no proviene de Dios porque el no puede ser tentado por mal y el no tienta a nadie. No dice que la pruebas no vengan de Dios. Yo creo que somos probados de Dios, pero no es lo mismo una prueba que una tentación. El propósito de una prueba es para nuestro edificación pero el propósito de una tentación es para caer en pecado y llevarnos a la muerte espiritual.

Aplicación: debo ser fuerte en las pruebas y en las tentaciones porque entonces sere bienaventurado. Debo de analizar mis pensamientos, y mi corazón para saber cuales son mis deseos y concupiscencias y así tener una cuidado pro activo a mi mismo. Y aplicar todos los instrucciones y consejos de la palabra de Dios porque es para santidad mía.
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