Mostrando entradas con la etiqueta Constancia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Constancia. Mostrar todas las entradas

Cuando Dios parece distante

Día 14

Este capítulo habla de los momento en que sentimos que Dios está distante de nosotros. Los momentos donde sentimos que Dios no escucha ni actúa en nuestras vidas. Una incomunicación con Dios. Pero la realidad de esto es que Dios no se aleja de nosotros, sino más bien es una prueba de nuestra relación con Dios. Según el libro en toda relación habrá sus momentos de intimidad y de distanciamiento, y con Dios es lo mismo. La prueba es si ¿continuaremos siendo fieles a Dios aunque no sentimos su presencia como antes?

Toda prueba nos ayuda a crecer. Según el libro, la ausencia de los sentimientos y emociones bonitas que sentimos al estar en “la presencia de Dios” no ayuda a no depender de ellos para adorar a Dios. La distanciamiento no enfoca en lo esencial, si tenemos verdadero fe en Dios. Fe es creer en lo que no vemos. Entonces fe también es creer en algo que no sentimos. No necesitamos sentir bonito para creer en Dios.

El libro ofrece 4 puntos para ayudarnos en nuestros tiempos distantes con Dios basados en Job:

  1. Cuéntale a Dios exactamente cómo te sientes. Esto regresa al tema de ser sinceros y auténticos. No hay nada malo en quejarte con Dios, más bien es bíblico en el libro de salmos. Expresar realmente lo que sentimos no es malo, ya que es simplemente decir la verdad.
  2. Concéntrate en quién es Dios, en su naturaleza inmutable. A pesar de las circunstancias y de los sentimientos, dependemos del carácter inmutable de Dios. Dios nos ama, Dios es fiel, Dios conoce todo de mí, Dios cumple sus promesas, Dios tiene el control. Esa es la realidad de Dios y nos ayudará seguir firmes en momentos de debilidad, es un constante en este mundo de variables.
  3. Confía en que Dios cumplirá sus promesas. Dios cumplirá su parte si nosotros cumplimos la nuestra. Dios es fiel y nunca miente, así que podemos confiar en que va cumplir lo que nos ha prometido.
  4. Recuerda lo que Dios hizo por ti. Debemos de recordar que Dios dio su vida por nosotros en una muerte muy largo y doloroso. Aun cuando no merecíamos salvación, Dios nos lo dio por amor, gracia y misericordia. Ese es una razón para continuar firmes.

Pregunta para considerar: ¿Cómo puedo no perder de vista la presencia de Dios, especialmente cuando lo sienta distante?

Mi opinión: Recordar que no está distante y que es una prueba de nuestra relación que al final será fortalecida después de la prueba. Y es importante la constancia, disciplina y dirección.

Doble animo

Santiago 1: 1-10

L a vida cristiana se basa mucho en la fe. Debemos creer en Cristo Jesús. Dios nos concede conocerlo y nosotros al conocerlo debemos creer en él, cómo dice Hebreos 11:6; “porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay”. Y hay veces que pasamos pruebas, pasamos momentos difíciles donde principalmente nuestra fe es probada. Nuestra fe es probada porque podemos reaccionar conforme la voluntad de Dios o podemos reaccionar de forma que no le agrada a Dios. Pero en estos versículos Dios nos anima a estar gozosos durante la prueba porque al final de la prueba tendremos más paciencia. Para qué más paciencia, pues para resistir más pruebas. También la fe es importante a la hora de orar y pedir sabiduría de Dios. A Dios le agrada un creyente sincero y no uno que duda de su existencia. Así que debemos acercarnos a Dios creyendo que verdaderamente existe, y entonces así Dios nos dará de su sabiduría.

El hombre que duda es llevado de un lado a otro. Lo llevan los vientos del mundo y de las influencias. No es constante, no es firme y por lo tanto su camino no es derecho. Yo creo que va muy de la mano con tener un doble ánimo. Que un día es ferviente para Dios y otro día desanimado, o llevado por algún corriente. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Debemos perseverar en Cristo. Cristo debe ser nuestro constante en toda la vida. Solo teniendo a Cristo como pivote de nuestra vida vamos a ser constante. El de doble ánimo empieza pero no termina, sueña pero no realiza, da un paso para adelante y luego para atrás, y al final se frustra porque aspira a cosas posibles pero él es su propio obstáculo.

Aplicación: Últimamente he sido de doble ánimo. No he sido constante en mi vida cristiana y sufro las consecuencias de ello. Veo al pasado y veo mis proyectos comenzados pero nunca terminados. Soy puros comienzos y ningún proyecto concluido. Debo de tener más fe en Cristo. Creer más en él de tal manera que se vuela el centro de mi vida de nuevo. No vivir de manera que dudo de su existencia, pero vivir de forma que demuestra de que existe. Debo ser cada vez más como Cristo, y cada vez menos como Daniel el de doble ánimo.

Firmes y adelantes

Hebreos 10

Gracias al sacrificio perfecto de Cristo, ahora podemos acercarnos a
Dios. Cómo dice el versículo 19, nosotros podemos entrar hasta el
Lugar Santísimo, en la presencia de Dios por la sangre de Cristo. Dice
que Cristo nos abrió este camino nuevo y vivo a través del velo o
separación, y ahora dice que "acerquémonos con corazón sincero, en
plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala
conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.". Dios nos recibe
en su presencia por medio de la sangre de Cristo.
Sabiendo que Dios nos recibe por el sacrificio que hizo por nosotros
debemos de "Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió". Debemos de ser
constantes, sin fluctuar. Debemos de procurar no salirnos del camino
del Señor porque en una de esas podemos quedarnos caídos y luego no
quedará más sacrificio por nosotros. Si nosotros decidimos darle la
espalda a Cristo después de haber sido verdaderamente purificado por
su sangre, entonces "ya no queda más sacrificio por los pecados, sino
una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de
devorar a los adversarios", "¿Cuánto mayor castigo pensáis que
merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la
sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al
Espíritu de gracia?", "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios
vivo!". Esto es muy fuerte pero muy real.
Así que estando ya salvos debemos de mantenernos firmes. Dice este
capítulo, "No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande
galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo
hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.". Solo necesitamos
ser pacientes. Muchas cosas nos pueden pasar mientras tanto, pero
debemos de recordar que es temporal, que todo lo que nos pasa nos pasa
para bien, y que al final Dios nos tiene un galardón. Si nada nos
puede separar del amor de Dios, entonces para nosotros nada debe de
obstaculizar nuestra relación con Dios.
Así que debemos de cuidarnos a nosotros mismos de no fluctuar y caer,
pero también Dios nos pide cuidar a nuestros hermanos en Cristo. Dice
que debemos: "Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor
y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que
aquel día se acerca.". Debemos de animar, regañar, ayudar, comentar,
etc., a nuestros hermanos para que sigan el camino del Señor. Así que
nosotros practicamos la santidad, así también debes ayudar a los otros
ser santos.
Firmes y adelantes: "Pero nosotros no somos de los que retroceden para
perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma."

Aplicación: Nunca darle la espalda a Dios. Debo ser firme y paciente,
y no fluctuante y desesperado. No debo de alejarme de mis hermanos
porque ellos me van a animar a quedarme en el camino, y también debo
animar a otros. Firme y adelante, y nunca retroceder para perdición.

--
Enviado desde mi dispositivo móvil

Sacerdocio inmutable

Hebreos 7
En este capítulo, Pablo habla acerca de dos tipos de sacerdocios, uno humano, y otro divino. Habla de todos los hombres que fueron sacerdotes y luego de Malquisedec. Explica de que el sacerdocio humano es mutable, cambia, y no es constante, como dice el versículo 12, "Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley;". Lo humanos son cambiantes y tendemos a pensar que cada uno tiene la razón, por eso habían diferentes tipos de sacerdocios, cada quien pensando que el suyo es mejor, muy parecido a hoy en día con tantas religiones. Pero hay uno que es verdadero, hay uno sobre todos, uno perfecto que es el sacerdocio de Cristo. Cristo. Como dicen los versículos 23 y 24, "Y los otros sacerdotes llegaron a ser muchos, debido a que por la muerte no podían continuar; mas éste, por cuanto permanece para siempre, tiene un sacerdocio inmutable". Por la inmortalidad de Cristo, el es inmutable, el no cambia. Y si nos preocupamos por seguir el sacerdocio de Cristo, no debemos de temer porque sabemos que no va cambiar ni va jugarnos chueco. Dios es bueno y no cambia y nos deja mal en lo que nos dice.
Pero el problema nunca fue el sacerdocio de Cristo, sino yo. Yo soy mutable, yo soy el que cambia y dejo mal a Dios. Yo soy el que le juego chueco. Por mi inconstancia me alejo de Dios. Por mi falta de disciplina, dejo la perfecta voluntad que Él tiene para mí. Soy olvidadizo de todas las lecciones que me ha dado en el pasado. Y hago que me enseñen o que me recuerden como dice los capítulos anteriores acerca de la apostasía (Hebreos 6).
Aplicación: Tengo que dejar de ser flojo y olvidadizo. Debo ser disciplinado y recordar siempre las lecciones que Cristo ya me ha dado. Yo soy mi único obstáculo. Nada más tengo que aplicar lo que ya se, porque Dios no me puede juzgar por algo que no se, así que está en mi y con la ayuda de Dios para tener una buena comunión con Él.

Enviado a través de BlackBerry de movistar