No soy un accidente

Día 2

Este capítulo trata de que no soy un accidente y que Dios planeó desde antes de la creación todos los detalles de mí. Dios orquestó todas las cosas para que yo naciera tal y cómo soy. Todo lo que soy fue planeado y hecho para cumplir un propósito, el propósito de Dios.

Mi aspecto, mi personalidad, mis características, mi genética proviene todo de Dios y lo ha creado todo por amor. “Somos el centro de su amor y lo más valioso de todo lo creado.” “¡Fuiste creado como un objeto muy especial del amor de Dios! Él te hizo para poder amarte.”

Todo lo que dice de que Dios no hace accidentes y de que fui creado con un propósito si lo creo. Yo se que Dios es perfecto y no hay nada fuera de su voluntad, pero yo siento que nosotros no podemos decir el PROPOSITO por el cual nos creó. Estamos hablando de que nosotros no podemos encontrar nuestro propósito en nosotros mismos y requerimos de la ayuda de Dios, así que para que nosotros podemos decir cuál es el propósito por el cual no creó se me hace contradictorio. Hay un versículo que dice que creó la tierra para ser habitada, pero no dice que creó al ser humano para habitarla, lo que podemos sacar de eso es el propósito de la tierra. Efesios 1: 4 dice: “según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,”, y de ahí podemos sacar que nos escogió a los Cristianos para que fuéramos santos y sin mancha delante de él.

Así que no estoy en contra del concepto en general de que no soy accidente, pero si me gustaría más respaldo bíblico para poder decir que fuimos creados para que Dios nos pudiera amar. Si no hay respaldo bíblico de lo que dicen entonces simplemente está suponiendo el propósito por el cual nos creó.

Pregunta para considerar: Consciente de que Dios me ha creado de una manera singular, ¿con qué partes de mi personalidad, antecedentes y aspecto físico estoy luchando por aceptar?

Mi opinión: Yo no puedo luchar contra mis antecedentes, así que hay que aceptarlos. No soy capaz de cambiar el pasado, así que tenemos que aceptarlo. En cuanto a la personalidad y aspectos físicos, yo lucho con lo que no proviene de Dios. En cuanto a mi personalidad, si no es un fruto del espíritu, entonces no proviene de Dios y es necesario que yo muera a esa parte de mi vida y rendirla a Cristo y dejar que Él lo convierta en un fruto, y de mi aspecto físico, lucho con lo negativo que yo he causado en el, que es el sobre peso. Eso no lo debo de aceptar porque son consecuencias de mis malas decisiones alimenticias y de ejercicios. Pero todo lo demás lo acepto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario